El Desierto de la Tatacoa. Paisajes irreales en Colombia

Imagina 3 desiertos en 1. Rojo, gris y empedrado.

Imagina 330 km² de paisajes irreales como si de Marte o la Luna se tratase.

Imagina poder ver con tus propios ojos los mismísimos anillos de Saturno o los cráteres de la luna (Atención a la foto que tomé de la luna. ESPECTACULAR. *La tienes más abajo)

Pues deja de imaginarlo. Todo esto lo puedes encontrar en el Desierto de la Tatacoa en Colombia.

¡Ponte cómodo y disfruta!

Desierto Rojo

Mi favorito con diferencia. Formaciones rojizas marcianas que son una maravilla para la vista.

Las fotografías lo dicen todo.

Desierto Gris

El más lejano de todos. Paisaje lunar totalmente diferente al anterior. También conocido como Los Hoyos.

¿Un oasis en medio del desierto? Existe y aquí tiene forma de piscina. Muy natural no es, pero apetece no sabes cuánto después de 2 horas andando por el desierto. Aun así estaba hasta arriba de gente y no pagué por ello. Preferí seguir.

Desierto Empedrado

Entre el rojo y el gris se encuentra una gran zona más ‘aburrida’ que las otras 2, donde poder encontrar cactus de tamaño considerable.

Hay gente que esta parte la incluye dentro de la gris. Cuestión de opiniones.

Se puede ir andando (yo lo hice) durante 1 hora y media desde el Rojo al Gris pasando por el Empedrado. Eso sí, la vuelta es por el mismo camino y pedí amablemente a un bus que me acercase. El autostop allí es fácil si no quieres andar o pagar por un transporte.

Observatorio Astronómico

El otro gran atractivo del Desierto de la Tatacoa se encuentra cuando el sol se ha puesto y el cielo se convierte en un espectáculo estrellado.

Hay 2 observatorios para poder disfrutar al máximo de la experiencia. Recomiendo el AstroSur (el pequeño, no el grande) El tipo, que también se llama Javier, es un máquina y se sabe todas y cada una de las estrellas, planetas, constelaciones, etc… que hay allá arriba y lo cuenta de forma muy amena. Son 10.000 pesos.

Y la guinda del pastel es el momento en que uno puede mirar a través de los telescopios. Tuve la oportunidad de ver Saturno y sus anillos, estrellas blancas, amarillas y rojas, las constelaciones, la vía láctea y una luna alucinante.

Esta foto la tomé desde el visor del telescopio. ¡Si se diferencian hasta los cráteres!

¿Dónde dormir?

Hay varios alojamientos en pleno desierto (no te quedes en Villavieja a no ser que busques algo menos auténtico). Yo elegí La Tranquilidad +573112433455, que tiene camas compartidas, hamacas y tiendas de campaña (carpas). Sin electricidad a partir de las 10pm.

No tiene piscina pero pedí el favor en uno cercano y me dejaron usarla gratis. Si no lo intentas no sabes si te dejarán ;)

La comida no es excesivamente cara (platazo de cabrito, lo típico de allí, 15000, pollo 13000…) y el agua es potable, con lo que no es necesario llevar tanta comida o agua como a mi me contaron.

Si prefieres reservar online, desde este enlace puedes elegir entre varias opciones.

¿Cómo llegar?

Para llegar al desierto hay que ir obligatoriamente a Neiva y desde ahí 1 hora más en un minibus/4×4. Desde Bogotá está a unas 5-6 horas, depende de la locura del tráfico en la capital.

Yo llegué desde la poca turística y sorprendente San Agustín, un cambio radical de paisajes.

Lo que faltaba para terminar de enamorarme de Colombia era un lugar como este.

1 mes y medio después de llegar a Cartagena seguía sorprendiéndome como el primer día. ¡Qué maravilla de país!

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