Isla Tioman en Malasia. Un paraíso cubierto de humo. ¿Hasta cuándo esta barbarie?

Conforme íbamos acercándonos a Tioman el paisaje cada vez era más desolador. No solo porque los bosques han desaparecido en favor de la palma aceitera, si no porque una capa de humo cubría el país prácticamente en su totalidad. ¿Por qué? Cada año en Borneo y Sumatra les da por quemar hectáreas y más hectáreas de bosques -nuevamente para plantar palmeras para su famoso aceite- y el humo generado es llevado por el viento hasta los países vecinos. Todos los años es la misma historia. Malasia, Singapur, Tailandia y Borneo cubiertas e Indonesia que se lava las manos. Por no hablar de la casi total extinción de animales como, por ejemplo, los orangutanes. Click aquí para ver el post denuncia que escribí sobre este tema y cómo destruimos el planeta, el cual tuvo bastante repercusión.

Esto hace que el sol no brille con fuerza y afecte a la apreciación de los colores. Daba la sensación de que estuviese nublado todo el día. ¡Una pena que espero controlen urgentemente!

Viniendo desde la isla de Kapas tuvimos que hacer noche en Kuantan, una ciudad que no tenía mala pinta. YB Hostel 35 RM la doble. Un chollo viendo el resto de alojamientos en la ciudad.

Para llegar a Tioman hay que tomar un ferry en Mersing. 70 RM + 25 RM para pagar una tasa absurda. Por suerte, nosotros nos la ahorramos ya que llegamos tan justos a tomar el ferry que ni nos lo pidieron.
Consultad los horarios con anterioridad ya que no hay un horario fijo y cada día es diferente debido a las mareas.

¿Dónde van a parar los 25 RM de tasa que se pagan para mantener la isla? Al bolsillo del gobierno corrupto, porque lo que es a su mantenimiento desde luego que no. Está llena de mierda. Una pena. Y no es la única donde pasa esto. Es la tónica general en todo el Sudeste Asiático. El caso es que al ver señales como esta a uno le da la risa.

Habíamos oído que Salang era la playa mochilera, la que tenía la mejor playa, con mejor ambiente… ¡Mentira! Nos quedamos 2 noches allí y cambiarnos a ABC fue la mejor decisión de todas.

Yo no soy mucho de hacer caso a lo que dice la Lonely Planet -por no decir que hago casi siempre todo lo contrario- y este caso es un ejemplo de ello. Alguien llevaba una en el ferry y terminó de convencernos.

No digo que sea fea. Es la playa más alejada de todas las de la isla y súper tranquila. Pero de mochilera nada, parecía una playa fantasma. Prácticamente nadie, restaurantes completamente vacíos y la maldita neblina en el cielo daban un toque un poco tétrico a la isla. Encima la única tienda ‘duty free’ de la playa tenía unos precios que ni libres de impuestos ni leches.

Nos alojamos en Salang Beach Resort. 40 RM bungalow por noche y baño privado. No hay nada más barato y está bastante bien. Wifi gratis pero en la línea de las islas. A ratos y pésimo.

Tuve la oportunidad de bucear un día ya que Tioman es famoso también por eso. No es un buceo espectacular pero yo reconozco que bajo el agua disfruto siempre. Lo hice con los chicos de Azmi Dive. Coincidí con un grupo de locales súper majos y lo pasamos genial.

Como he comentado antes, duramos 2 días en Salang y nos cambiamos a la otra playa donde se concentran la mayoría de alojamientos. Air Batang o ABC, como todo el mundo la conoce. ¡Y teníamos un plan! La idea era colarnos en el ferry de vuelta a Mersing y que hace paradas en todas las playas, incluida ABC, así no pagábamos un taxi-boat que te sablan 35 RM por persona. Eso hicimos. Nos subimos al ferry como si fuéramos a Mersing y al llegar a ABC nos bajamos tranquilamente, haciendo oídos sordos a los intentos de pararnos de la gente que trabajaba allí. ¡El plan salió perfecto!

Para empezar el alojamiento todo un acierto. My Friend’s Place. 40 RM el bungalow con baño privado. 5 RM por usar wifi entre los 2. Sorprendentemente muy buen wifi, incluso en la habitación.

Esta playa nos gustó mucho más. También ayudo que había ratos que el sol aparecía de entre las tinieblas y ayudaba a ver el mundo desde otra perspectiva totalmente diferente. Por fin pudimos ver ese color de agua tan característico de estas islas que las hacen paradisíacas. Y el ambiente era, de lejos, mucho mejor que en Salang, tanto de día como de noche.

Otro punto positivo de ABC es que se encuentra a una distancia razonable andando del pueblo principal de la isla, Tekek. Aquí si hay una tienda duty free de verdad, no como la de Salang. Cervezas desde 2,50 RM. Muchos puestos callejeros baratos, colegios y la mezquita la hacen totalmente diferente y menos turística. Además, la playa no tiene nada que envidiar a la de Salang o ABC.

Tioman es grande en extensión, con abundante jungla donde poder realizar trekkings hasta diferentes lugares y de dificultad varia. El que nosotros hicimos nos llevó desde ABC hasta Monkey Bay, pasando por Monkey Beach. No tienen muy cuidadas ninguna de las 2 playas la verdad, como en el resto de la isla, pero si tuviera que quedarme con una sería la primera.

De camino se pasa por la que para mi fue, con diferencia, la mejor playa para poder bañarse de todas. Panuba. Es pequeña y da nombre al resort que hay ahí. Buen snorkeling alrededor del muelle.

Algo que ocurre constantemente y me pone de los nervios es esa gente que alimenta a los animales. En Monkey Bay y Monkey Beach había, como su propio nombre indica, monos y más monos.
Encontramos una pareja que se ganó el título de ‘2 tontos muy tontos’, como la película. Estaban alimentándolos y les dijimos que no deberían hacer eso. Ni caso hicieron. Luego pasa lo que pasa. Se acostumbran y esperan que todo el mundo les de comida, se ponen agresivos, muerden a la gente (con las enfermedades que conlleva…), roban las mochilas buscando comida…etc.
Si es por ignorancia vale, pero si se lo dices y siguen ya es otra historia.

Hablando de animales. ¿Qué narices pasa en esta isla con los gatos? ¡Son una plaga! Si en las islas de Tailandia pasa con los perros abandonados, aquí ocurre con estos felinos.

Y como no podía ser de otra forma, lagartos gigantes conocidos como Monitor Lizard. Pasean a sus anchas, especialmente alrededor del río de Salang. Allá donde va a parar toda la mierda.

La comida es más cara que en la península pero puedes encontrar algún lugar barato o puestos de hamburguesas a buen precio. El restaurante Mawar en ABC se lleva la palma. Bueno y tirado de precio.

Tras varios días allí llegó el momento de alzar el pulgar y recorrernos media Malasia haciendo autostop para llegar a Kuala Lumpur donde Romina y yo separaríamos nuestros caminos. Ella tiraría para Tailandia y yo hacia Indonesia.

Último país en mi aventura por el Sudeste Asiático e indudablemente uno en donde más he disfrutado. El primer destino allí sería Yogyakarta donde están dos de los templos más espectaculares del país, Borobudur y Prambanan. Después de tantas islas no venía mal un poco de tierra firme. ¡Indonesia, allá voy!

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