Luang Prabang es uno de esos lugares a los que llegué con las expectativas tan altas –patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1995– que en un primer momento me decepcionó. Pero a medida que pasaban los días mi impresión iba cambiando, especialmente cuando visité las cascadas Kuang Si Waterfall. Agua turquesa donde me pude bañar en un entorno inmejorable. Como colofón, la ceremonia de ofrenda de limosnas a los monjes a las 5:30 de la mañana. ¡Merece la pena el madrugón!
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Si sabes como conducen las minivan en estos países te puedes imaginar donde tenía mis partes nobles en el momento que llegué desde Vang Vieng.
Paisajes maravillosos de camino pero también con unos precipicios de impresión.
Decidí irme un día antes que Kassaundra ya que tenía que sacarme el visado para Vietnam, y ya luego quedaría con ella. La primera noche me quedé en el antiguo Spicy GH (dorm 30000 kips) y el resto de noches compartí una doble con Kassaundra (60000 kips) en el Chitlatda Guesthouse. No encontrarás nada mejor calidad/precio.
Si decides sacarte el visado para Vietnam en Luang Prabang no seas tonto y hazlo en el consulado, que está a 10 minutos andando del centro de la ciudad. Las agencias te pueden decir misa. Ni caso. Te quieren cobrar una comisión extra para hacerlo ellos, cuando tu puedes hacerlo por tu cuenta sin ningún problema.
Se podía vislumbrar una capa de humo que provenía del norte de Tailandia y que tenía todo el norte de ese país, el de Laos y el de Vietnam amenazado. Eso no impedía disfrutar de las vistas desde los miradores o incontables restaurantes que hay en la ciudad -con velitas e ideales de noche para las parejas- al Mekong, río por excelencia del país.
Tienes la opción de cruzar para ver los poblados al otro lado del río a través de unos puentes de bambú, pagando, o elegir el puente grande que es gratuito pero te llevará más tiempo llegar. Para cruzar la parte ancha no hay puentes y solo puedes hacerlo mediante una embarcación.
La verdad que la ciudad tiene un encanto especial. Los edificios, el entorno y la cantidad innumerable de monjes a cualquier hora hacen que según van pasando los días te den menos ganas de irte. Un aire místico el que se respira allí.
Una ceremonia antiquísima se ha convertido en actividad turística obligada en Luang Prabang. Esta es madrugar, a las 5:30 empieza, para ver cómo los fieles -y turistas si quieren participar- entregan a los monjes sus ofrendas de limosnas, generalmente arroz. Es una tradición que se celebra en muchos más lugares budistas, pero aquí ha tomado un giro más turístico que otra cosa. En Myanmar vi algo parecido pero sin ningún turista alrededor. Aun así, creo que merece la pena ver un acontecimiento de este tipo.
Los monjes caminan por toda la ciudad perfectamente alineados, descalzos y en absoluto silencio durante la escasa media hora que dura. Un buen sitio para disfrutar de ello es el templo Wat Mai.
Todos los monjes que participan es esta ceremonia viven en alguno de los muchísimos templos que hay en la ciudad. El mencionado antes Wat Mai, Wat Xieng Thong, Wat Aham o Wat Ho Pha Bang. El Xieng Thong debes pagar para verlo, hay dos entradas para abonar el ticket, pero en la calle trasera hay una puerta que si estás avispado y te haces el loco puedes entrar sin pagar. También puedes subir a la cima del monte Phousi, en el centro de la ciudad o entrar al Royal Palace Museum.
Uno de los días fuimos a Kuang Si Waterfall, a 25km de la ciudad. Optamos por ir en tuk tuk compartido con más gente en vez de alquilar una moto, que ahí están por las nubes. 30000 kips + 20000 kips el ticket de las cascadas. Totalmente recomendable. Mira que yo he visitado cascadas y más cascadas a lo largo de los últimos meses, pero ninguna como esta.
La belleza de las caídas de agua de hasta 60 metros, junto con el color turquesa de la misma y el entorno que le rodea hacen de ellas unas cascadas especiales. ¡Y lo mejor es que te puedes bañar! Hay varios niveles a los que ir subiendo hasta la cima. Debes encontrar los caminos ya que no están señalizados, o en algunos de ellos teóricamente no podrías acceder, pero no te imaginas cuánto merece la pena.
En las mismas cascadas hay una reserva de osos donde puedes ver de cerca a un número bastante amplio de estos animales. Este es el tipo de criatura que dan ganas de abrazar bien fuerte.
Por las noches montan un mercado bastante grande donde tienes de todo y a precios tirados. En la zona del principio de este Night Market hay dos lugares a los que me volví asiduo, y es que reconozco que mi dieta en Luang Prabang consistía en bocadillos, buenos y baratos (10000 kips), y cenar en los buffets vegetarianos que montan en una calle perpendicular (15000 kips. Muy difícil negociar pero yo el último día se lo baje a 10000). Todo lo que te quepa en el plato. Así salía yo, ¡rodando!
Un día me colé en una escuela. Allí todos los niños van uniformados y se volvieron locos cuando me vieron pasear por el patio o entrar en el aula. Estuve un buen rato con unos que eran unos cachondos. ¡Aquí me ves aprendiendo laosiano con los mejores profesores que podría tener! Sabaideeeee.
Ya con la visa de Vietnam en mi pasaporte me tocó la indecisión de por dónde cruzar la frontera para llegar a Sapa. Mi idea era tomar un bus directamente a Dien Bien Phu, pero como nadie toma esa ruta han decidido cancelarlo. Me parecía absurdo irme hasta Hanoi pagando un pastón para luego tener que subir al norte de nuevo, así que tomé una decisión alternativa, que fue intentar llegar a la frontera por el norte ¡por mis narices! :)
Fui a un pueblo llamado Oudomxay, donde los turistas los podía contar con los dedos de mi mano y me sobraban cuatro dedos, y desde ahí si que podría directamente cruzar la frontera para luego llegar a Sapa. Una odisea, con momentos donde tragué polvo durante horas, donde prefería no mirar por la ventana y no darme cuenta de los precipicios que cruzábamos o donde la fiebre me visitó en el peor momento. Eso sí, había tramos con paisajes increíbles. Pero todo este viaje interminable para cruzar la frontera norte Laos – Vietnam y llegar de Luang Prabang a Sapa te lo cuento en el siguiente post.
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Recién descubrí tu blog y me tiene atrapada Javi :)
Las fotos espectaculares y tus vivencias magnificas. Para los que ya estuvimos por ahí es como volver al pasado…
Gracias por compartir todo esto con el mundo.
Eres un genio!
Helena
Hola Helena,
Me alegro que te gustes mis fotos y disfrutes con mis experiencias :)
Es una forma de que todos viajen conmigo.
Saludos! :)