Mi primer destino recorriendo Filipinas «bajo el mar» es Puerto Galera, la zona de buceo más cercana a Manila de las consideradas estrellas en el país. Quizá venida abajo en los últimos tiempos, no cabe duda de que a 30 metros de profundidad eso no importa y, por ejemplo, ¡yo pude bucear por primera vez con tortugas gigantes! Tras un fugaz paso por la capital, me alojé en la paradisíaca Talipanan Beach. ¡Desconexión y relax 100%!
De nuevo cambio radical y pasaba de los rascacielos, el estrés y la vida moderna de Hong Kong a Filipinas, el país de las 7.107 islas donde la vida se ve de forma más relajada y tranquila. Sin duda, uno de los mejores países del mundo para practicar el buceo, y precisamente esa era mi mayor motivación de todas las que me podían conducir de camino a este paraíso.
Hasta hace unos meses no había buceado nunca en mi vida y me daba un respeto tremendo el mar. Nunca me había siquiera planteado sacarme un curso de buceo y ahora me encuentro disfrutando de algo que me apasiona y engancha. ¡Vaya si engancha!
Volaba a Manila, capital del país, pero mi paso por esta ciudad duró un telediario. Bueno ni eso. No tenía buenas referencias principalmente por su inseguridad, y vale que no tuve tiempo de apreciar realmente lo que es la ciudad, pero en mi cortísimo periplo por Manila solo vi pobreza, contaminación y una policía borracha. Y la estación de metro Libertad. Ya empezaba a ver señales de que el 30% de las palabras en filipino son españolas.
Del aeropuerto en bus a Pasay, 2 estaciones de metro a Gil Puyat, donde está la estación de buses Buendía para tomar el primero -sorprendentemente con wifi gratis- a Batangas, y subirme a una bangka -barco pequeño- que me dejaría en Puerto Galera, no sin antes ver a un montón de chavales pidiendo dinero subidos a la bangka. Las vistas de la isla desde lejos ya hacían presagiar algo grande.
En el mismo día tomo avión, tren, bus, barco, metro, moto y triciclo. ¡Por tierra, mar y aire!
Alejado de todo, en una playa perfecta para desconectar y disfrutar de la tranquilidad absoluta se encuentra Talipanan Beach. Esa fue la playa elegida para alojarme las 5 noches, en el DeLuna Resort ¡Desayunar a escasos metros de esta playa de arena blanca y agua cristalina no tiene precio! Si lo que buscas es precisamente eso te lo recomiendo 100%. La playa solo tiene algunos resorts y restaurantes. Y lo mejor de todo, unos amaneceres y atardeceres espectaculares.
Si que es verdad que la ciudad más famosa, Sabang, goza de un turismo de dudosa calidad. Bares de alterne y hombres extranjeros, muchos de más de 50, con filipinas de menos de 25 dados de la mano como parejitas felices. No es necesario decir que a mi ese ambiente no me va, pero el único bar de toda la isla donde ponían las semifinales de Champions a las 3 de la madrugada era ahí y no me quedó más remedio que acercarme.
Una vez allí, andando por la costa si hay lugares que merecen la pena, además de algún que otro mercado de pescado fresco improvisado. ¡Hasta un bar flotante! En el horizonte, el cielo se fundía con el mar dejando imágenes que parecían cuadros pintados.
Entre Talipanan y Puerto Galera se encuentra White Beach, otra playa espectacular y más animada de noche. Llenita de turismo local, gente joven y actividades acuáticas para todos los gustos. Bares, restaurantes y música en directo. Y atardeceres, por supuesto. Si en Talipanan era bonito, aquí no tienen nada que envidiar. Y es que no he visto atardeceres más alucinantes como los de Filipinas.
Y para el final he dejado lo mejor. ¡El buceo! Antes de llegar aquí solo había buceado en Koh Tao donde me saqué en Open Water y el Advanced, así que no era difícil sorprenderme. Realicé varias inmersiones con los chicos de Badladz Dive Resort, una escuela comandada por un británico que lleva ahí un montón y saben lo que hacen. La que tiene los precios más competitivos y encima buen rollo. ¡Qué más podía pedir!
Iba un poco a la expectativa debido a mi inexperiencia pero me sentí súper a gusto desde el primer momento.
Pude disfrutar de bucear rodeado de peces y coralesde todos los colores y tamaños, peces globo, peces toro, nemos, barracudas… pasar a través de cuevas a 30 metros de profundidad y lo mejor de todo para mi fue, como dije al principio, ¡bucear junto a tortugas gigantes por primera vez! Después bucearía con muchísimas más, tiburones y lo que quieras, pero la primera vez siempre es especial :)
Esto es un pequeñísimo resumen de todo lo que vi bajo el mar. ¡Una auténtica maravilla!
Para moverse por la isla hay varias opciones. Tienes el triciclo, una moto con sidecar vamos, que es como el tuk tuk tailandés en filipino para que te hagas una idea, y caben desde una persona hasta un número inimaginable. ¡Te sorprenderías! Puedes también utilizar la moto particular de los locales. Pero sin duda el que más me llamó la atención en un primer momento fue el Jeepney. Estos son camiones de las fuerzas armadas de los Estados Unidos abandonados durante la Segunda Guerra Mundial y que actualmente se utilizan como buses. Siempre repletos hasta que no cabe un alma. Si hicieran un concurso de cuál es el más hortera, habría candidatos para aburrir.
La comida local en este país tiene un punto y aparte. Para empezar los vegetarianos lo pasarían bastante mal aquí. Todo se reduce a calderetas con guisos, generalmente de cerdo y a veces de pollo, y le añades arroz. Y ya. Al ser este mi primer destino me pareció hasta buena. Me recordó incluso a la comida española -no sabía de lo que hablaba en ese momento obviamente…- De vez en cuando puedes encontrar noodles, grasientos y aceitosos como el resto de la comida del país.
Buceo y relax puro y duro en mis días en Talipanan y Puerto Galera que terminaban volviendo a Batangas para tomar un ferry nocturno que tenía detalles de crucero como la discoteca y música en vivo, pero enseguida volvía uno a la realidad cuando veía donde tenía que dormir. En la terminal de ferry, donde hay que pagar las dichosas diferentes tasas para acceder, nos enteramos que llegaba un tifón al país en los próximos días.
Por suerte no eligió la zona de Boracay, mi siguiente destino, y fue rumbo norte. ¡Menos mal!
En Boracay, paraíso sobreexplotado y posiblemente el destino más famoso de todo Filipinas, pasé varios días alucinantes rodeado de playas de impresión y atardeceres que parecían irreales.
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Qué bonito todo Javi!
En unos meses quería visitar Filipinas pero la gente no me recomendaba ir a Puerto Galera, pero lo que veo en tu blog tiene muy buena pinta, sobre todo esa Talipanan Beach.
Tu recomendarías ir unos días allí o mejor me decanto por otros lugares???
Gracias por toda la información y las fotos que nos presentas de esos lugares maravillosos. No dejes de hacerlo! :)
Sara J.
Hola Sara!
Pues Talipanan no es el mejor sitio en el que he estado de Filipinas, pero si buscas algo cercano a Manila es una opción más que recomendable.
Si lo que quieres es tranquilidad, arena blanca y agua transparente aquí lo vas a encontrar.
Gracias por tus palabras :)
Saludos!
Holaaa y gracias por tu maravilloso blog?
Me gustaría saber como te has movido de sitio en sitio
La ruta me parece interesante
Hola Sergio!
Gracias a ti por tus palabras y pasarte a comentar.
Si te refieres entre isla e isla la mayoría en avión, salvo algunas ocasiones como a Puerto Galera que fue en barco.
Las distancias entre muchas islas son grandes (Palawan-Bohol por ejemplo) Si quieres saber una específica escríbeme un mail y te cuento.
Un saludo!