Kuching y el Parque Nacional de Bako. Imprescindible en Borneo

Kuching es, posiblemente, la ciudad más interesante de la parte malaya de Borneo. Si al encanto de sus calles, su comida barata o sus museos gratuitos le añades el ingrediente estrella, el Bako National Park, y todo esto lo aliñas con una experiencia Couchsurfing con King Kong memorable, el resultado son unos días inolvidables. Y si encima te gustan los gatos, ¡Kuching es tu ciudad!

Último destino en mi aventura viajando a dedo por Borneo. Después de 10 días increíbles en Brunei, donde descubrí un país sorprendente y terminé viviendo cosas que si me cuentan antes no me lo creo, me recorrí todo Sarawak haciendo autostop hasta Kuching parando en Miri y Bintulu, conociendo gente alucinante en el camino y hasta comiendo y durmiendo en sus casas. ¡Qué gente más maja!

Coches, 4×4 o camiones. En la parte delantera o en la trasera. Familias, parejas, amigos o solos. Tramos que duraron desde 30 minutos hasta 12 horas con los mismos… ¡Toda una aventura!
Como curiosidad, en una estación de servicio donde me dejó uno de los conductores, había una tortuga que parecía prehistórica. En una urna en la entrada a los baños. Muy raro…

Lamentablemente, de camino me volví a encontrar con un paisaje desolador en forma de plantaciones para la obtención de aceite de palma. Orangutanes y todo su ecosistema a punto de desaparecer debido a la deforestación masiva. Estamos destrozando el planeta. Una vergüenza. Gracias a que viajo de esta forma pude ver una de ellas desde dentro. Algo prácticamente imposible de conseguir ya que son propiedades privadas y lo tienen todo súper controlado.
¿Sabías que todos somos cómplices de esta barbarie? Te cuento todos los detalles de lo que viví y de lo que allí ocurre en el anterior post.

King Kong. Así se hace llamar el malayo de origen chino que me alojó durante una semana en su casa. Es debido al parecido al pronunciar su nombre real, pero cuando le ves físicamente cobra más sentido aún. Si hasta ha diseñado camisetas con su nombre. ¡Todo un crack! Coincidí además en su casa con otros viajeros con los que conecté enseguida. Incluso con una chica alemana, Romina, terminé viajando varias semanas más adelante.

Ya he hablado en varias ocasiones de las ventajas de hacer Couchsurfing. Ahorrarte el alojamiento está genial, pero todo lo que vives, lo que conoces, lo que descubres con un local no tiene comparación.
Si a ti no te va eso de quedarte con locales, desde este enlace puedes buscar alojamiento en Kuching al mejor precio.

Con King Kong fuimos a cenar a lugares tirados de precio para chuparse los dedos, probando infinidad de platos típicos locales, o acercándonos a unas Piscinas Naturales -o Hot Springs- que en ningún momento habríamos ido sin él.

Mi objetivo principal en Kuching era ir al Parque Nacional de Bako. Pero no solo ir, sino dormir allí. El bajón llegó cuando la gente me comentaba que no había alojamiento disponible en el parque hasta el mes siguiente. Las desventajas de coincidir con la temporada súper alta -agosto-. Sin mucha esperanza me acerqué a primerísima hora al centro de información donde se reservan los alojamientos y, milagrosamente, había varias camas en habitación compartida solamente para el día siguiente. Justo lo que yo buscaba. 20 RM la noche. ¡Olé!

Es más que recomendable, yo diría que obligado, quedarse al menos una noche en el parque. La oportunidad de ver a los Monos Narigudos es prácticamente nula si no lo haces ya que se dejan ver en el atardecer y al amanecer. Existe la posibilidad de hacer una caminata nocturna por la jungla -10 RM- para ver todo tipo de animales. En mi caso vimos durmiendo una víbora verde, monos narigudos, tarántulas y pájaros exóticos. No hay mucho más que hacer por allí con lo que es una buena opción.

Pero de día es cuando más se disfruta del parque. Hay diferentes trekkings a realizar. Unos caminos dan a distintas playas, otros son más propicios para ver a los Monos Narigudos y otros más largos se adentran en la selva más profunda.
Como puedes comprobar, hay lugares desde donde las vistas son maravillosas.

Al ser un paisaje selvático, es normal cruzarse con todo tipo de animales salvajes. Serpientes, iguanas, monos narigudos o el que más gracia me hizo a mí. El cerdo salvaje -o jabalí barbudo-. Es toda una sorpresa ir andando por la playa y encontrarte semejante ejemplar. Hay muchos cerca de los alojamientos y parecen bastante inofensivos.

Kuching merece la pena recorrerla andando. Perderte por sus calles, descubrir el encanto de sus edificios antiguos y probar toda la comida que puedas ya que está deliciosa y súper barata. La Mezquita Bahagian, la calle «china» Ewe Hai, los templos chinos Hong San Si, Hin Ho Bio y Tua Pek Kong, la Plaza Merdeka o los diferentes museos gratuitos. Yo entré en el de Historia de China, del Islam, de textiles y el de Sarawak o Etnológico. Este último algo confuso pero parece que tiene ambos nombres. El de Arte y el de Ciencia se encontraban en reformas.

Todo gira en torno al paseo a la vera del río, con ambiente tanto de día como de noche. En mi caso coincidió que se celebraba una concentración de coches tuneados -cada cual más hortera que el de al lado- y un festival con representaciones de diferentes lugares de Malasia que le daba un toque especial a la ciudad.

Como he comentado al principio, si eres un enamorado de los gatos aquí vas a disfrutar. Kucing -sin hache- significa literalmente ‘Gato’ en malayo, aunque el nombre de la ciudad proviene realmente del término ‘Cochin’ que significa ‘Puerto’ en chino. Han aprovechado el tirón y hay referencias a este animal a lo largo de toda la ciudad. Desde estatuas a souvenirs.

Pero lo que se lleva la palma es el Museo del Gato. Toda una veneración a este animal. Hay que reconocer que es bastante completo y si te gustan los gatos pasarás horas allí.
El Cat Museum es gratis y se encuentra un poco lejos del centro, al otro lado del río. El bus 2B o 2C te lleva hasta allí.

Una semana que no podía haber sido más completa, donde me llevo amistad y una de las experiencias Couchsurfing más alucinantes hasta el momento.
 
Hay ocasiones en las que se recuerda un lugar más por la gente y los momentos compartidos que por los propios monumentos o atracciones turísticas. Esto me ocurrirá con Kuching. ¡Viva el Couchsurfing!

Llega el momento de abandonar Borneo después de 4 meses ahí y volver a la parte de la península de Malasia, concretamente a las paradisíacas islas del este. La primera será Redang, una de las menos conocidas. ¡Si buscas agua cristalina color turquesa y arena blanca reluciente yo te cuento donde ir!

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