Ver koalas y canguros en libertad por primera vez es una sensación indescriptible. Abrazar a un koala es el sueño de muchos. Hacerlo en una isla paradisíaca no tiene precio. ¡Esto es Magnetic Island! Una isla que te atrapará sin que te des cuenta.
Tras más de un año viajando por todos los países del Sudeste Asiático, volé hasta Australia desde Bali, en Indonesia, el último de ellos, para empezar mi nueva aventura en este inmenso país y recorrérmelo haciendo autostop. ¡No más arroz y noodles por fin!
Como hablé en este post, 10.000 km a dedo por Australia y Nueva Zelanda. ¡Casi nada!
Llegué a Townsville y, gracias a Robyn, una chica que conocí a través de Couchsurfing, pude pasar varios días en esta isla a poca distancia en ferry -20 minutos, 32$ ida y vuelta- de la ciudad. Sin lugar a dudas, Magnetic Island será uno de los mejores recuerdos de todo mi viaje por Australia.
Viniendo del Sudeste Asiático, donde tuve la fortuna de poder bañarme en playas de esas que aparecen en el salvapantallas del ordenador, el listón en cuanto a “paraíso” se refiere estaba muy alto. Pero me quedé gratamente sorprendido cuando llegué a esta isla.
De las 23 playas que tiene, mi preferida fue Alma Bay, aunque Arthur Bay, Florence Bay y Radical Bay, en la zona más virgen de la isla, son espectaculares.
Por otro lado, otras más concurridas, como Horseshoe Bay o Picnic Bay, aunque igualmente bonitas.
Agua cristalina y tonalidades turquesas bañando playas totalmente desiertas. No tiene mala pinta, ¿verdad?
Quizás, una de las razones por las que las playas estuvieran desiertas era la temporada de medusas, de tamaño minúsculo, de las que mejor estar alejado.
Algo común en esa parte del país es acotar una zona de la playa con una red submarina y así poder bañarse sin temor a intrusos. Y cuando digo intrusos no solo me refiero a estas molestas medusas. Por la zona son comunes los cocodrilos o tiburones, con lo que mejor no entrar al agua por cualquier lado, ¡no lo vayas a lamentar después!
Aquí un trabajador, cubierto completamente con un traje de neopreno (algo cómico), recién salido del agua inspeccionando la zona en busca de medusas.
Inevitablemente, si te preguntan por un animal al que asocies con Australia, inmediatamente te vendrá a la mente uno de estos dos: Koalas o Canguros.
Canguros es más común verlos a lo largo de todo el país, pero Koalas hay muchos menos y además muy complicados de ver.
Pues precisamente en Magnetic Island eso no ocurre. ¡El lugar de Australia donde es más fácil ver Koalas en libertad! Aunque no todos los ven. Hay que tener mucho ojo, suerte y, en ocasiones, la ayuda de otros.
Duermen unas 20 horas al día, se alimentan solamente de eucalipto y llevan una vida extremadamente sedentaria. Eso sumado al color de piel, que se confunde con los árboles, hace que sea muy complicado su avistamiento. ¡Yo tuve suerte de ver varios a lo largo del camino!
Uno de esos momentos mágicos que te deja sin palabras es poder tener entre tus brazos a un koala. ¡Vaya sensación! Aunque parezca un peluche suave, en realidad la piel es muy áspera y el tacto no es tan agradable como uno piensa en un principio.
Este se encuentra en Bungalow Bay Koala Village, un centro donde se han rescatado animales y ya no están aptos para volver al exterior ya que serían rechazados. El contacto con los humanos sigue unas normas muy estrictas. La cuidadora te coloca el koala en tus brazos y tu no puedes moverte para que el koala no note la diferencia con el árbol.
Además del koala, la estrella indiscutible, uno tiene la oportunidad de interactuar con otros animales como aves y reptiles autóctonos de la zona.
Si no tienes suficiente con los koalas, aquí también es posible ver canguros dando brincos por la isla. Aunque, si lo que se quiere es verlos de cerca, es mejor acercarse a un lugar donde las posibilidades de ver wallabies (canguros pequeños) es muy alta. Saben que la gente les da comida y siempre andan por ahí. Yo no soy partidario de dar de comer a los animales, y tampoco lo iba a hacer en esta ocasión, pero siempre hay restos o alguien que da.
Aquí me puedes ver con ellos. ¡Qué animal tan especial!
Si te fijas, una de ellas lleva en la bolsa una cría. Se puede ver la pata saliendo :)
Los koalas en libertad se encuentran principalmente en la ruta hacia el fuerte ‘The Fort‘, lugar estratégico utilizado en la Segunda Guerra Mundial. Un Parque Nacional donde poder hacer un trekking y disfrutar de unas vistas fantásticas, además de animales variopintos.
El buceo es una de las cosas que había descubierto meses atrás en el Sudeste Asiático, y probar a bucear en Australia era otra de mis metas. En Magnetic Island es posible y con los chicos del centro Pleasure Divers pude hacer varias inmersiones. Para ser sinceros, debido a la visibilidad no pude disfrutar mucho de ello, pero no parecía un lugar demasiado interesante para realizar esta práctica. ¡Más adelante bucearía en la Gran Barrera de Coral y eso ya es otra cosa!
En Magnetic Island se respira un ambiente más que relajado, donde la gente es súper amable, las distancias no son grandes y moverte en austostop es ridículamente fácil.
Para alojarte, hay una guest house básica en Picnic Bay, una de las playas más tranquilas, llamada Cstay, por si el Couchsurfing no te ha funcionado o prefieres habitaciones privadas en vez de compartidas.
Para terminar, esta sorpresa “de mi tierra” en un restaurante mexicano. Las corridas de toros no son lo mio, pero hace gracia encontrar un cartel de Madrid a unos 16.500 kilómetros de casa.
Como curiosidad, la isla se llama ‘Magnética‘ ya que, cuando el Capitán Cook pasó por esa zona, un movimiento magnético extraño se produjo en su brújula. Con el tiempo se ha comprobado que no hay nada raro en la isla.
Después de tantas experiencias únicas vividas en tan poco tiempo, vuelvo a Townsville para poner rumbo al norte. Cairns, Port Douglas y el bosque Daintree serían mis próximos destinos hasta bucear en la Gran Barrera de Coral australiana. ¡Dedo arriba y a por ello!
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Javi! Que pasada!
Abrazar a un koala es el sueño de mi hija y por que no decirlo también mio! Que envidia!
Y que guay los canguros con la cría esa en la bolsa.
La isla un lujo. Me ha encantado.
Ojalá pudiera hacer una cosa así alguna vez.
Sigue mostrándonos todos estos lugares geniales.
Beso. Elena :)
Hola Elena!
Es el sueño de muchos, no me extraña!
Querer, la mayoría de las veces, es poder ;)
Saludos y aquí seguiré mostrándoos estos lugares tan especiales!